Friday, September 30, 2016

MANIFIOSTEN DE KARTOFEN DEL SIGLO XXI

GABRIELA PAVINSKI

Manifiesto a la libertad presunta de inventar en este siglo. Manifiesto a la carne prieta y de pretura. A que sean, mujer, tus tetas lienzo y no objeto, para pintarlas con pincel suave sin sentirte violenta.

Manifiesto al arte y al amarte libre y breve, producto de los días de calentar y listo. Manifiesto de este siglo, de este sexo y de todas las sensaciones tan profundas y etéreas.
Tan intensas y breves.
Tan latentes y quietas,
tan decadentes
tan aparentes.
Sentirte integrado.
La era de tus letras, mujer, libres y risueñas. Qué más dará papel que madera, que mármol que en la lista de la compra de la nevera ¡Escribid preciosas mías! Este es nuestro siglo, es el siglo de las fieras.
Manifiesto a la lascivia gratuita y continua enrevesada en tu pantalla plana. Es sano, no te preocupes, lo anuncian en televisión.
Manifiesto de las acciones espontáneas, producidas por las drogas sanitarias. No te inquietes, lleva prospecto e instrucción.
Manifiesto al mundo corrupto, producto de la mejor idea del mundo.
Manifiesto a lo que sea que quiera que tenga que pasar en algún momento. Qué más te dará, todavía como, todavía puedo respirar, pero incomprensiblemente, tengo que gritar. No puedo hacer otra cosa que hablar, charlar contigo. Charlemos sin parar.
La era que se era de macarras que menstrúan y saben latín con gafas cuadradas y serrín.
El siglo de aquí lo quiero aquí lo tengo a un clic, en un plis, en un tris.
Manifiesto de un mundo imperfecto que ya se ríe sin pensar. Lo absurdo por lo absurdo, qué vamos a hacer, no vamos a llorar. No vaya a ser que tenga letra pequeña, no vaya a ser que tengamos que pagar.
Manifiesto absurdo de una mente absurda perdida en mil estímulos que no dejan mirar fijamente las estrellas y dibujar su geometría sin mirar, que no se puede concentrar. La era de uno mismo perdido, creciendo y sin avanzar. Del ojo sediento de sangre a borbotones, de colores, que levite, haga espirales y chorree incesante por los poros de alguna piel. Del ojo colmado de información que ya no sabe qué ver. Manifiesto de los enfados colectivos, consabidos, efusivos, pasajeros y casi divertidos.
Vida ¡Oh vida! Dame serotonina y buena dopamina.
Bienvenida la era de la prisa, de prisa. Del poco tiempo para todo y demasiado tiempo para pensar en lo que ya no sabes si el futuro te podrá deparar. El siglo de emigrar y pensar, pensar, pensar en no pensar y aprender demasiado en cualquier otro sitio o en una zona residencial.

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Del LITERATURA PARA VAGOS, blog de la autora, 23/09/2016

Imagen: Karl Schmidt-Rotluff, 1919

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