Monday, November 11, 2013

Tony Gallagher: “No hay noticias populares o aburridas, sino bien contadas o no”

por PAULA LUGONES

Es el editor general de The Daily Telegraph,uno de los diarios más importantes y prestigiosos de Gran Bretaña, cuyo sitio web tiene 65 millones de visitas por mes. De paso por Buenos Aires, donde fue uno de los protagonistas de un seminario sobre “La revolución digital en los grandes medios”, organizado por Clarín y el GEN (Global Editors Network), Tony Gallagher cuenta su experiencia como piloto de tormenta en esta nueva era del periodismo y la industria de los medios.
¿Cómo sobrevive un gran diario a la revolución digital?
Estamos aprendiendo algo nuevo todos los días. Tenemos 65 millones de visitas en el online por mes, pero también tenemos una audiencia muy fiel a la versión impresa y unas 500.000 personas compran el diario todos los días. El desafío es mantener la calidad del diario y al mismo tiempo asegurar que estamos dedicando el máximo tiempo posible a lo que hacemos en el espacio digital. Al mismo tiempo, estamos haciendo mucho más que simplemente sobrevivir, porque como compañía somos muy rentables: tenemos 60 millones de libras por año de ganancias y ése es signo de éxito. Lo fundamental es que tenemos tiempo. Muchos de nuestros rivales, no.
The Guardian está perdiendo 40 millones de libras por año.
The Independent, 10 millones.
The Times también, así que el desafío para ellos es aún mucho más difícil porque, cuando estás perdiendo dinero, no podés darte el lujo de financiar nuevas ideas.
¿Y qué los hace sobrevivir cuando el resto tambalea?
Somos muy buenos en los segmentos de noticias, negocios y deportes. Somos muy buenos con las coberturas en vivo. Ofrecemos cobertura de los partidos de fútbol en vivo, minuto a minuto. Cubrimos la crisis financiera minuto a minuto y los grandes eventos de noticias locales también. Donde tenemos mucho que aprender es en cómo aprovechar mejor temas como moda, jardinería, tecnología o finanzas personales.
Su sitio web comenzó a funcionar en 1995. Fue uno de los primeros diarios que unió su redacción de periodistas del diario de papel con los que trabajaban en la web. ¿Cómo se adaptaron esas dos culturas?
La mayoría de los diarios en el Reino Unido aún tiene un equipo digital y otro gráfico. El prejuicio es que el equipo gráfico generalmente es el que tiene a la mejor gente y los que trabajan en lo digital no son tan buenos. Rechazamos esa filosofía y dijimos: “Sólo queremos gente que sea buena para trabajar en el Telegraph. No nos importa si son de digital o de gráfica”. Cuando la gente lee el Telegraph, quiere leer un análisis político hecho por el editor de política y lo mismo pasa con los análisis económicos: no quieren leer a un chico que no tiene experiencia pero, como tiene un trabajo digital, está haciendo comentarios sobre economía. Quieren a la mejor gente en lo digital, pero los que están acostumbrados a leer la versión impresa no van a leer la versión digital. Entonces encontramos la manera, a través de alentar, motivar y capacitar a la gente, de transmitir que no importa si están en el área digital o en la gráfica: ambos deberían tener igual importancia desde el punto de vista de la calidad de lo que hacen. Y todos ahora escriben para ambas plataformas.
¿Y qué pasó con los periodistas gráficos? ¿Se acostumbraron a las nuevas tecnologías?
La mayoría de ellos fueron entrenados, se adaptaron y muchos terminaron siendo brillantes. Otros no quisieron formar parte del futuro, prefirieron evitarlo y siguieron su camino. También contratamos gente con nuevas ideas en el mundo digital y pudimos combinar lo mejor de ambos mundos. Nos quedamos con la experiencia de la vieja redacción y el talento para lo digital de la gente nueva y los unimos.
Tienen un equipo de análisis de datos en el medio de la redacción. ¿Es ahora el corazón del diario?
Los miembros del equipo de análisis de datos son los primeros con los que hablo en el día. Me cuentan sobre el posicionamiento en buscadores, la calidad de los titulares, lo que es popular en Google, lo que es popular en nuestro sitio web, lo más buscado en Google. Los editores de redes sociales me cuentan sobre qué artículos han sido compartidos y han recibido likes en Facebook, qué historias han sido compartidas en Twitter, qué es popular en Twitter a nivel global y en el Reino Unido y cuáles son las historias más comentadas en nuestro sitio web. Recién después de eso hablo con los editores de las secciones que me cuentan sobre las historias que han hecho a la mañana y aquellas en las que están trabajando. Sin embargo, para nosotros es muy importante utilizar los datos para ver qué es lo que estamos haciendo. Yo quiero saber qué es popular. Y cuando los temas son populares, continuamos generando diferentes contenidos online sobre esos temas.
Hay noticias populares, que la gente sigue y comenta, y hay noticias importantes que a lo mejor no son atractivas, como temas de presupuesto, por ejemplo. Si ustedes están pendientes de lo más popular, ¿qué pasa con esas noticias importantes? ¿Pierden espacio, relevancia?
Si se trata de una noticia que tiene todo el mundo, deberíamos usar los cables de las agencias de noticias. A menos que estés agregando algún valor, es mejor retirarse de esa área. Por el contrario, si estás agregando valor, sin duda deberías enfocarte en ese tema. Hay un periodista llamado Ambrose Evans-Pritchard, que es el más seguido del sitio del Telegraph, que lo único que hace es escribir sobre economía. Así que no acepto que la economía no sea popular. Si se hace bien y se agrega valor, es algo extremadamente popular. No hay noticias populares o aburridas, sino bien contadas o no. Nuestra cobertura de Siria, por ejemplo, no es muy popular, entonces, ¿no deberíamos estar hablando de Siria? Sin duda, debemos continuar haciéndolo, sobre todo si agregamos valor, como la información de un corresponsal o un enviado. Es decir: estoy a favor de ir con lo que es popular, pero no a costa de sacrificar tu credibilidad. Entonces, tenemos que encontrar la manera de cubrir bien ambas noticias.
Hay tres palabras que cuando salen en la tapa de los tabloides británicos se venden mucho más: “guerra”, “gratis” y “sexo”. ¿Sucede algo parecido en la web?
Sí, pasa. Creo que es lo mismo en el sitio web de Clarín. Si alguien ve la palabra “sexo” en un titular, van a hacer click en esa noticia. Y uno quizás se pregunte por qué. Incluso si hay algo en la página de moda o con mujeres muy bonitas, la gente hará click en ese contenido. Así que definitivamente vende. Eso se aplica a todos.
¿Cómo trabajan para alcanzar nuevas audiencias?
En el Reino Unido nos siguen 20 millones de personas. Eso significa que una de cada tres personas de la población lee el sitio delTelegraph al menos una vez por mes. Yo creo que nuestra audiencia puede y debe ser mucho más grande que eso, porque lo que esperamos lograr es ser una marca confiable, íntegra y precisa, pero que también tenga su propio punto de vista. La gente acudirá a nosotros por los periodistas que tenemos en el diario, nuestros análisis y nuestros contenidos. Creo que todas esas cosas son las que esperamos que nos ayuden a alcanzar nuevas audiencias, sin sacrificar nunca nuestra precisión y nuestra integridad. Lo que deberíamos hacer es lograr que el público que ya tenemos se comprometa aún más. ¿Cómo podemos lograr que pasen más tiempo en nuestro sitio web?
¿Y cómo se puede atraer a la gente más joven?
Realmente no estamos intentando alcanzar una audiencia muy joven. No estamos apuntando a gente de 21 ó 22 años. No creo que sea una buena estrategia para nosotros. Debemos tener en cuenta que el público que nosotros tenemos es un poco más grande y son los que tienen dinero, los que tienen valor para los anunciantes. Así que podemos decir que una audiencia más joven es fantástica, pero una de mayor edad tiene más dinero y mayor capacidad de gasto. Y queremos evitar alienar a la audiencia más grande. No quiero estar buscando lectores más jóvenes, ni en gráfica, ni en el online, cuando eso puede socavar a mi público mayor.
¿El celular es el futuro para ver las noticias? ¿Un celular quizá más grande? ¿O las tabletas?
Creo que nadie puede decir con certeza dónde estaremos en cinco años. Quizá sea una combinación entre el teléfono y la tableta. Sé que los van a seguir mejorando, que cada vez serán más delgados. Vas a poder guardarlos y meterlos en el bolsillo y serán fantásticos. ¿Quién sabe? Hace años ni sabíamos qué serían las tabletas y ahora en el 50% de los hogares tienen una. Se estima que para el 2015 habrá una en el 99% o el 100% de los hogares. Así que definitivamente es el medio más viable que he visto en el que la gente está dispuesta a pagar por el contenido.
En la era de Youtube y Vine, ¿Qué valor les dan a los videos hoy?
Nos ocupamos de distintas cosas que van a entretener, deslumbrar, lo que otras emisoras clásicas de TV no van a hacer. Por ejemplo, cuando Kate y el príncipe William estaban por tener a su hijo en julio y el bebé estaba atrasado una semana, lo más popular en el sitio web delTelegraph durante seis días fue una cámara en el frente del hospital. Simplemente mostraba el frente del hospital y la cámara estaba filmando a cada persona que pasaba. Y se convirtió en algo real. La gente decía: “¡Ahí viene gente, ahí viene un policía!” Fue altamente popular, a la gente le encantó, se la pasaban haciendo clic para ver lo que estaba pasando en el hospital. Tratamos de seguir pensando ideas como ésa. ¿Sabes cuál es el video más popular del sitio web de The New York Times?
Con todo el contenido que presentan y las grandes cosas que han hecho en todo el mundo, el video más popular de toda la historia de ese diario es “Cómo preparar un pavo de Acción de Gracias”. Y así como hace un rato estábamos hablando de las palabras “sexo”, “guerra” y “gratis”, nunca hubiéramos pensado que el mejor video de todos los tiempos en The New York Times era el de “Cómo preparar un pavo de Acción de Gracias”. Pero es una de esas cosas que pensaron, la ejecutaron bien y ha perdurado por los años. Cada tantos meses, la gente dice: “Ya es hora de preparar el pavo”. Y hace click en ese video.
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Publicado en Clarín (Buenos Aires), 20/10/2013
Fotografía: Tony Gallagher

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